Capítulo 19

[Esa tarde]

-¡Bianca levántate, estas mas torpe que de costumbre!
-…Perdón
-Volviste a ser la de antes, pero ahora ya no tienes ni una pisca de talento ¿Qué te paso?
-¡Eso era su mejor bailarina señorita!
-¡Mírenla ahora! –Comencé a llorar.
-Mejor vete a tu casa, ya no me sirves para nada

Mientras caminaba, los murmullos y las risas de mis compañeras me acompañaban por los pasillos, en la calle, por todo lado. Subí al auto. Era uno de los peores días de mi vida, no había hecho más que llorar, incluso cuando llegue a mi casa, estaba lloviendo y me moje mientras atravesaba la entrada, pero ya nada importaba. Mi celular no dejaba de sonar, era Tom, pero no a contestar, tiré mi celular lo mas lejos que pude y entré, ahí estaba mi tía Helena sentada en su silla de ruedas con un cuello ortopédico, mirándome fijamente, casi no la entendía.

-Hija…
-¡Tía Helena! ¿Cuándo llegaste? –Corrí hacia ella y la abrace.
-Debes salir… de esta casa… él… es el demonio.
-¿A que te refieres?
-Bianca… tu padre es un hombre malo… por favor escúchame… debes irte de esta casa antes que termines como yo… tú padre es un monstruo… él… ¡cof, cof!
-¡Tia ya no hables tienes que cuidarte para que te recuperes pronto! –Verla asi me dio una profunda pena, no podía contenerme mas y comencé a llorar.
-¡No… vete niña, él es un acecino…!
-¡¿Que dijiste?! ¡Mi papá no es un acecino!
-Él asesinó… a mucha gente incluso…
-¡Bianca!
-Papá… ¿Por qué te dice mi tía dice que eres un acecino?
-Esta loca… ven conmigo princesa. No la escuches.
-¡Dile maldito… mírala a los ojos… y dile como… intentaste matar a Kristen!
-¿Quién es Kristen?
-¡Cállate Helena! –Mi padre enloqueció de ira y la tiró de la silla de ruedas.
-¡Papá, ¿Qué haces?! –Di unos cuantos pasos hacia atrás.
-¡Vete hija!
-¡Que te calles!
-¡Ya basta papá! ¡Tía Helena esta delicada aún!
-¡Bianca… él intentó matar a… tu mamá! –La pateó en el estómago.

Esas últimas palabras resonaron en mi oído como un trueno o un rayo, veía como Helena se retorcía bruscamente en el suelo y su sangre se esparcía por toda la habitación, entonces corrí. Mientras atravesaba el jardín mi tristeza se había tornado en miedo, un miedo indescriptible e inmenso hacia mi propio padre, un miedo que hasta ahora solo había sentido en mis más frecuentes pesadillas, los gritos de mi tía era cada ves mas débiles y la furia de mi padre no se aplacaba con nada. De un momento a otro todo quedo en silencio, caí mas de una vez sobre los charcos de lodo que se habían formado a causa de la lluvia pero ya nada importaba, tenía que escapar…

-¡Señorita Salvatore! –Era el chofer dela casa.
-Necesito las llaves del auto –Traté de fingir pero era tan evidente mi estado.
-¿Qué?...
-Debemos salir de aquí… ¡ahora!
-¿Qué pasa, dígame a donde quiere ir, yo la llevo?
-Mi padre… es que mi tía esta muerta y si no salimos la policía nos llevara a todos ¡Así que dame las llaves y vete de aquí!
-¡¿De verdad?¡
-¡Si quieres ve a averiguarlo tú mismo, pero yo me voy!
-¡Bianca, ven aquí! –Mi padre se acercaba, tenia la ropa manchada de sangre.
-Dame las llaves, ¡De prisa! –El hizo caso y me las dio, luego corrió, yo subí y arranque el auto dejando atrás el cuerpo de mi tía.
-¡Espera no te atrevas a irte… Bianca! –Escuche los gritos de mi padre. -¡Vuelve!... ¡Donde sea que te escondas te encontraré!... ¡Bianca!

La lluvia caía cada vez más fuerte, temblaba y mis nervios no podían más. Pero en medio de mis temores, si tenía en claro que aquel hombre quien acababa de arrebatarle la vida a mi tía ya no era más mi padre.
No tenía mi teléfono y no sabia a quien acudir Alice estaba demasiado molesta conmigo y ya ni siquiera tenía amigos, no tenía a mas familiares o al menos yo no los conocía, no sabía a donde ir. A menos que…

-¡Bill!...
-Señor Salvatore… -Lucio llego hasta la casa de Bill, muy desesperado por cierto.
-¡¿Dónde esta Bianca?!
-No… no lo se, no la vi hoy.
-Tenemos que encontrarla…
-¿No le entiendo?
-Acompáñame te lo explicaré en el camino…

[Después de unas horas]

Ya me decidí tenia que recurrir a Bill entonces fui a su casa, estaba demasiado desarreglada, y mi maquillaje se había desparramado sobre mi cara, trate de peinarme y quitar el lodo de mis zapatos y ropa pero nada funcionó.

-…Bueno aquí voy. –Había tocado el timbre y una de las sirvientas salió con una sombrilla.
-Que deseas muchacha.
-Bu… buenas tardes necesito ver a Bill
-¿Qué?
-¡Es urgente!
-El joven Kaulitz no está… -Ella me miraba con desprecio, y no la culpo, ya que me veía tan sucia.
-¡Por favor necesito entrar!
-¡Ya te dije que no está! Lárgate de aquí mugrosa este es un lugar decente.
-¡El es mi novio!
-Hahaha… si claro
-¡Escúcheme, yo soy Bian…!
-¡No me importa quién rayos seas, te eh dicho que no pasaras!
-¡Olga! ¿Qué haces aquí deberías estar preparando la cena! –De entre la niebla salió Simone, la mamá de Bill, Gustav, Lisa y Sandy.
-Señora Simone… disculpe, pero llamaron a la puerta y esta vagabunda insiste en ver al joven Bill, pero ya le dije que no se encuentra.
-¡No tenia porque darle explicaciones! Solo llama al mayordomo a que la saque a patadas.
-Espera tía ella es Bianca, la novia de Bill.
-¡¿Qué?! ¡¿Bianca Salvatore?!
-Si señora, Buenas tardes.
-¡¿Qué te paso?! Ven debes estar congelándote. –Dijo Lisa.
Gustav me paso su gabardina para cubrirme del frio, luego me seque un poco y al salir escuche una discusión que venía de la sala principal.
-¡Porque e la dejaste pasar a mi casa Gustav, tienes una idea del problema que tendremos con Lucio!
-Tía ella necesitaba ayuda
-¿Solo piensa en quien es su padre!
-Señora Simone ella no es mala
-¡Que no es!... Su padre es un asesino
-Señora SImone… no e venido para meterla en problemas, la verdad necesito ayuda.
-¡Puedes pedirle ayuda a tu padre!
-Ese es el problema… ¿Qué saben ustedes de él?
-¿Bianca que paso?
-Lucio… mató a Helena.
-¿¡A tu tía!?
-De que se sorprenden él es capaz de eso y más.
-Simone, nunca eh sabido nada de mi padre, jamás lo había visto matar a alguien, pero algo me dice que usted tiene las respuestas que estoy buscando.
-Este teatrito tuyo debe ser algún plan de ese hombre para hacernos algo
-¿Por qué les haría daño?
-Él obligo a Bill a que se cace contigo –Sandy se acercó a mi.
-¿Qué?
-No sabes nada cierto
-No, por eso quiero que me digan que está pasando
-Lucio Salvatore es uno de los hombres más peligrosos de la ciudad, por no decir el más peligroso, todos piensan que es un gran empresario pero, casi todo su capital proviene del mercado negro, además del lavado de dinero, el chantaje, y el narcotráfico.
-¿Mi papá… es un narcotraficante?
-Y ahora quiere meter a mis hijos en sus negocios
-Tom… -Ella es la madre de Tom, casi lo olvido.
-¿Conoces aTom?
-Desgraciadamente sí.
-No me digas, también se acostó contigo.
-¡No!... Yo conozco a Tom… el es un mujeriego, pero no creo que sea una mala persona, simplemente a sufrido mucho desde que usted lo hecho de la casa.
-¿Eso te dijo? Yo no lo eché él escapó.
-Simone yo no vine por ordenes de mi padre, él me está buscando porque vi con mis propios ojos como mato a Helena, pero yo estoy de su lado.
-Queremos justicia y que Lucio Salvatore pague por todo el daño que a hecho.
-Cuente conmigo
-¿Cómo nos podrías ayudar?
-Yo conozco a todos los socios de Lucio además el confía en mi mas que en otra persona en el mundo, soy su única hija, les podría servir de mucho.
-¿Estás segura?... Lucio sigue siendo tu papá.
-Si Gustav, estoy segura.
-¿Qué quieres?
-Necesito donde pasar la noche
-¿Tía Simone podría quedarse aquí?
-Imposible, Jost la delataría, Lucio tiene a todos sus hombres buscándote, incluso se llevó a Bill
-Entonces vendrás a mi casa
-¿Enserio Gustav?
-Sí, no habrá problema, puedes quedarte todo el tiempo que necesites
-Pero salgan pronto, se está haciendo tarde y si Lucio te ve aquí te llevara de vuelta.

To be Continued...